17 nov 2020

Una educación sin alma

Cómo explicaros esto sin que se ofendan en mi país de acogida. Tengo tres hijos. Dos de ellos ya en escuela superior. Otro en escuela elemental. 
El pequeño recibe este año la recomendación de la profesora del colegio al que debe ir. 
Hasta ahí todo bien. Normal. Ayer una vez más recibí la recomendación del pequeño. Recomiendan que vaya a un colegio de " intensidad media". Las razones, las notas ( hablamos de notable y bien en todo- mate notable, alemán bien, español sobresaliente) y que se esfuerza poco en clase porque prefiere jugar antes que seguir leyendo o hacer más. Uf! Menos mal que es un niño , pensé. 
Luego le expliqué a la profesora que , si Dios quiere, le vamos a llevar al colegio de su hermano. Que al igual que el resto de mis hijos él, mi #mamaquieroseryoutuber, puede con todo lo que quiere ( como la mayoría de los humanos del mundo mundial) . 
Luego me quedé con las ganas de decirle que este sistema de evaluación no mira la persona, solo la cuantifca. Que les mandan deberes a diario pero que no cuentan el trabajo diario, ni el esfuerzo. Que un niño que habla perfectamente dos idiomas, ama las matemáticas, y le apasiona el mundo submarino y los agujeros negros, que es curioso y es deportista ( ah! No le pueden evaluar pero le van a poner nota!) Entiende una película en un tercer idioma,( inglés) lleva una vida vivida más rica que probablemente la mayoría de sus vecinos, que es capaz de adaptarse a un nuevo colegio y no bajar el rendimiento escolar.... Que un niño así puede hacer lo que quiera. Que si ella quiere recomendar, que recomiende, pero que no sabe mirar a los niños con la profundidad que su recomendación requiere, no sabe. 
Ahora me gustaría hablar de nuevo con ella, pero son tan fríos en este país a veces que una se siente mal recibida. 

¡Ah! Lo mismo me dijeron de mi #mamáquesabrástu y va a la cabeza de su clase.  Si es que...

7 nov 2020

El Gym de las campesinas

No es nuevo que no piso un gimnasio para ejercitarme desde 8 de EGB y más tarde frecuenté uno en Chamartín porque a mi amiga del alma del momento le gustaba un tipo y había que hacer piña de amigasquesudanyvanaveraltipoquelegusta.  Hoy, creo que unos veinte años después de solidarizarse con mis amigas, confieso que sigo sin ir al gimnasio, sin dudar, sin ponerme toda roja frente al tipo que me gusta. 
Hoy, me ejercito sacando cada día media hora a los perros, dos veces. Limpiando y aseando la casa cada día y sobre todo, haciendo las limpiezas de primavera y otoño en el jardín. Ojo, metiendo tripa y apretando glúteos, todo el tiempo que puedo. 
 Esa recogida de hojas, esa poda me deja muerta. Baldada. Tullida por un par de días o una semana. Ahora eso sí, siento que quemo todo y hasta se me afinan los brazos y las piernas. 4 veces al año y cada miércoles dos horas de limpieza en el jardín, más suave. Eso me permitirá llegar a viejecita en buena forma, como mis vecinas, que a sus ochentaypicomuchos años llevan un ritmo envidiable. Ese es mi objetivo. Ese y tener el espíritu alegre y divertido. 
Queridos hijos, que no os engañen, el deporte es magnífico para el que le guste, pero la vida puede ser muy activa haciendo lo cotidiano.
Se trata de mantener el cuerpo sano y el alma limpia y alegre. No se os olvide.