7 feb 2019

Limpiar la mochila

Hoy he animado en el momento de los deberes a Jaime. Le tocaba colorear  los resultados de unas sumas. El hacía la suma, me decia el color y yo empezaba a colorear el cuadradito, el terminaba.

Mientras, yo iba sacando punta a los lápices y puesto que de todos los que tiene solo necesitaba 6,  hemos arreglado el estuche entero.

A mi eso de mirar el estuche o revisar la mochila es algo que temo hacer. Porque no sé qué me puedo encontrar.

Hay veces que puedo llegar a sacar 18 bolitas de papel de aluminio y otras en las que si toco blandito, pego un grito y el dueño aparece a mi lado para socorrerme.

No sé distinguir en la oscuridad entre un sandwich y un ratón y las dos cosas puedo encontrarlas en las mochilas. Uno por olvido y la otra porque  si se cuela alguno en casa - os recuerdo que vivimos en la campiña alemana( como dice mi amiga Cristina)- seguro que va directo a las mochilas, esos lugares llenos de manjares revenidos.

Sea como sea, a mi me da asquito. Por mucho que les explique... no logro que las arreglen solos.