30 ene 2014

Movida matutina

Supongo que todas las casas con niños son una locura por la mañanas pero estoy convencida de que la mía se lleva la palma. 

La mañana ha comenzado muy temprano, a eso de las 4.00, si a esa hora en la que la gente decente duerme, Jaime ha comenzado a gritar que tenía miedo! Miedo de una bruja de esas que decoran la habitación de mi hermana. Después, ha llorar porque tenía hambre. Después, se ha despertado Alvaro y también lloraba porque quería ir a la cama con su padre, y para colmo, cuando a las 4.45 parecía que se habían calmado, Jaime ha vuelto a llorar porque quería jugar con el IPad... No sé que les dan los juegos a los niños, los míos andan obsesionados. " iPad? Nada de IPad, y como sigas gritando y llorando mamá se va a enfadar, y no sólo no te va a dejar el IPad sino que lo va romper para que nadie lo toque más. Si mamá no duerme, se pone de mal humor y se le agota la paciencia, así que a dormir!" 

Parece que ha surgido efecto porque el despertador ha sonado, lo he apagado y una hora después-esos cinco minutitos se han extendido hasta 60- me he despertado sobresaltada pensando que llegábamos tarde. Nada más lejos de la realidad. La que iba tarde era yo, que antes de ir al colé doy desayunos, limpio y ordeno casa, recojo la cocina, visto niños, me arreglo y quedo lista para trabajar desde casa en mis cosas, entre ellas, escribiros un poco. 
Si nada se tuerce, todo va bien, pero hoy se ha torcido un poco, bastante. Los niños andaban bien, en su línea, pero yo... Corriendo he hecho todo y al momento de arreglarme... No tenía agua caliente! Así que mis planes de lavarme el pelo hoy se han quedado para más tarde. Enfadada, con el pelo sucio y las piernas estupendas, me he duchado con agua gélida y eso es muy bueno para la circulación, dicen... He metido a los niños en el coche.

Antes, he de deciros que en casa se levantan con hora y media, y que el colegio está a tres minutos desde la puerta de mi casa hasta sus clases, así que es difícil que los niños lleguen tarde. Pero la realidad es que llegan. 
Cada día es una cosa, uno no se quiere vestir, otra no se quiere peinar, otro no quiere ir sólo a recoger sus zapatillas, otra se olvida la cartera, dos quieren abrazos y besos de su padre... Y cuando parece que estamos listos para salir airosos de casa, se ponen a llorar. Dolor de barriga, dolores de cabeza... 
Reparto góticas de Dalsy y ... todos pal cole! Y lloran y lloran en el coche como si fueran al matadero.
Más besos, más abrazos y llantos...  Suelo llegar al colegio corriendo, con dos niños cogidos a mis manos y una niña ideal siguiendo mis pasos, el abrigo a medio poner y el bolso arrastrado por el suelo. Los niños lloran y los padres que ya han dejado a sus hijos me miran con cara de pena "pobre, todos los días igual" , deben pensar, porque siempre son los mismos. 

Bien, hoy la cosa ha sido diferente.
Se han despedido de su padre, se han metido en el coche, hemos estado a punto de dejar a Alvarillo en casa porque tardaba mucho, hemos rezado el ofrecimiento del día, y hemos aparcado en el cole. Ni un llanto. 
Hemos caminado con cierta prisa, yo iba vestida, con el abrigo en su sitio y mi pelo sucio recogido en una cola de esas de vieja, estudiada para que no se viera la realidad de mi cabellera. Isabel se ha despedido con un beso. Álvaro ha entrado en su pabellón como un campeón, sin llorar, sólo me ha pedido un beso. Y Jaime, el pequeño ha entrado como un señor y sólo ha gritado "mamá, un beso", cuando después de los tres de rigor, me he ido. Sin mirar atrás he salido de su clase y ya no se oía nada. Bribón... En cuanto no me ve, se calma. 

Esto de hoy es una pena. Si. Es un logro tan grande que me da rabia. Mañana no hay clase y el lunes, el lunes volveremos a empezar. Eso si, espero ir con el pelo limpio.

1 comentario:

  1. No sabes cómo te comprendo! Mis mañanas suelen ser como las tuyas, no como la de hoy. Y siempre pienso ¿por qué? si luego se lo pasan bomba en el cole!!! Nos hacen chantaje todos los días.

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