Hace dos semanas mas o menos, con tanta fiesta ya no se en que día vivo, fuimos a la gran fiesta de españoles de Grevenbroich, a 10 km.
Lo cierto es que si hubiéramos estado en España, jamás habríamos ido a una fiesta así.
Era tipo botellón a lo bestia, pero controlado.
La media de edad serian unos 27 años.
Españoles... Ya pocos de origen, muchos de patria y otros tantos de tercera generación.
Algo de miedo me daba, pero quería entrar, no se si por el montado de lomo, por el bocata de jamón o por el grupo pachanguero que cantaba todo en español.
Lo cierto es que después de pensarlo un rato nos decidimos. Y ahí, los niños lo pasaron genial.
Isabel se encontró con su adorada profetisa Cinthia. Jaime se quedó embobado con la orquesta y satisfecho con el bocata. Alvarillo feliz , se encontró con amigos y se pasaron la tarde noche corriendo entre sidras y sardinas.
La que estaba inquieta era yo. Era noche de elecciones, municipales y autonómicas, y ... Quería ver el resultado.
Así que a las dos horas y pico nos fuimos.
Aunque mas nos valía habernos quedado.
3 jun 2015
La fiesta en Grevenbroich
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario