3 jul 2013

A pleno sol

Menudo día! Miércoles de club de Madres, ya sabéis, ese día que nos reunimos mis amigas y yo y charlamos de cosas trascendentales de la vida- si, trascendentales de verdad, nada de meternos con las empleadas o las suegras, para eso no hay que reunirse un día a la semana!  Desde que los niños están de vacaciones nos reunimos para que ellos hagan plan y nosotras tengamos nuestros momenticos de ocio. Y hoy señores, ¡ha sido la pera!

Antu, mi amigamediohermanacolombiana -la otra es Ana María, que por cierto ya ha vuelto de su periplo europeo- es socia del club Campestre. Un club como puede ser Cuidalcampo, La Moraleja o el Club de Campo, no tan grande, pero sí muy bonito y con una piscina de niños espectacular!!! Una pasada. Tanto que desde que hemos llegado a las 10.30 de la mañana y hasta que nos hemos ido, a las 17.30 de la tarde, los niños no han salido a penas de ella. De esas piscinas que no cubre el agua, pero tienen toboganes en forma de dragón, de barco pirata, miles de chorros por todos lados... Vamos el paraíso de niños y madres.

A las cuatro de la tarde, cuando hemos mirado el reloj, hemos caído en la cuenta del buen plan que había montado Antu con solo un mensaje de whatsupp (lo que une esa aplicación maravillosa y lo baratas que salen las facturas de móvil ahora y lo que enganchan los mensajitos). Gracias a ella los niños felicísimos y las madres más: ni un plato que lavar, ni una pelea, ni un llanto, ni ná de ná.  Claro que después de eso, de estar todas felices comentando lo bueno del día a mi se me acabó el chollo. 

Jaime, que había caído rendido en mi brazos  en una siesta que bien podría haber sido reparadora, se despertó de mal humor y ya sólo quería conmigo. Mal plan. Ni siquiera la promesa de "si dejas de llorar te doy un yoghurt" sirvió para algo, ¡qué va! Y así estuvo una hora, pero al menos fue la última hora, la hora rápida de la lavada de los niños, los cambios de ropa, la recogida de toallas, limpieza de las mesas...   

Ya en casa mejor. Se calmó y como era previsible, todos, sin excepción han caído rendidos.  Es que hoy han estado todos a pleno sol. ¡Rico!

Por si no me reconocéis, o soy la que lleva el sombrero,  como casi nunca salgo en las fotos... Igual algunos os habíais olvidado de mi cara. Os pongo esta porque me encantan mis piernas y estudié mucho mi look por si salía en el blog ( ya sabéis que me estoy convirtiendo en una egoblogger  y me meto en mi blog para leerme cada vez que puedo) No, ahora en serio. He pensado que si quiero que este blog se convierta en un libro para mis hijos... tienen que verme en fotos!!

Ah! Buenas noticias, creo que al final si iremos en Navidad a España, eso sí, hay que mirar muy bien cómo nos organizamos para no hacer 8 traslados de casa en 15 días. Y, querido Alvaro, si me estás leyendo tenemos que hablar de esto, necesito otro post.



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