1 jul 2014

Alemanadas

Digo yo que son cosas que me pasan sólo a mi, en Alemania. ¿Qué tipo de cosas? Pues todas las relacionadas con la minusvalía que en estos momentos padezco, incapacidad para enterner ni una palabra o seguir una conversación que realmente me interesa. 
Hace un mes compramos un cochecito, alga macarra, pero que va muy bien, un Ford Ka, negro con pegatinas blancas, lo de las pegatinas aquí en este pueblo de cuento no es tan inusual, hay mucho coche con pegatinas. El caso es que hace una semana, en la consulta del pediatra-fuimos a mirar las hernias que tiene Alvarillo en la tripa y le molestan tanto que le ponen de mal humor o eso dice él- me dieron un golpe. La señora que me dio el golpe, muy amablemente me comento que daría parte a su seguro, yo aturdida por la explicación en alemaninglis, no fui capaz de pronunciar palabra ni siquiera de cogerle los datos, aturdida, atontada. Menos mal que esto no es España. Al día siguiente del golpe me llamaron por teléfono y claro, yo, ni una palabra, menos mal que Dios es sabio y sabe ponerle a una en situaciones que son más o menos fáciles de resolver, a diez pasos estaba María, mi ángel de la guarda de origen gallego, corrí hacia ella y sin explicación le pase el teléfono. Cuando colgó, le explique lo ocurrido. 
Hoy, una semana después, en casa, sola, y sin nadie que pueda hablar alemán, con un niños berreando-Jaime no llora, berrea- me ha llamado el perito. Horror! He contestado muy bien en aleman hasta que los berridos el tercero no me han dejado escuchar, así que me ha salido un "espere un momentito" , me he encerrado en el cuarto de los armarios y le pedido que me hablara en inglés, el buen hombre ha hecho lo que ha podido y yo creo que he entendido que vendrá el viernes de 9 a 10 así que ya os contaré si lo entendí bien. 
Alemanadas de estas me pasan continuamente, y perder los estribos cuando me pasan también, me entra un pánico... Pero vamos que no controlo nada. 
Los niños siguen felices y cuentan los días para llegar a Madrid, yo también, pero por otros motivos... Mamá, Papá, hermanos... Que ganas de veros y que mis sobrinos me quiten de encima a mis hijos!!! Ya se sabe, a mas niños más entretenimiento y menos caso le hacen a una.
Hoy me compre una alemanada, unas sandalias que van a ser mi comodín del verano, así que os advierto, me veréis con ellas, a todas horas y en cualquier circunstancia. Son las birkenstock, las de corcho con dos tiras negras. Las eche el ojo hace tiempo, mi amiga Vero tiene unas, y la verdad, a mi me encantan. El año pasado mi hermana Cris me regalo unas de Oysho , de un tira, en rosa flúor, y la verdad, como disipas y preciosas, pero me da pena que se me rompan. Estas son las clásicas que los alemanes llevan con calcetines, y yo no haré. Tienen tanta solera como la abarca menorquina, aunque a mi me gustan más las abarcas, pero después de 12 años con un mismo calzado... Las mías se quedaron en Colombia, eso si, estaban como nuevas y las cedí a unas buenas manos. 
Más Alemanadas... Os iré contando, de momento, sueño con que llegue el lunes 7 tumbarme en la piscina a ver sí cojo un poco de color y me mejora este estado de ansiedad provocado por mi falta de conocimiento de la lengua alemana. 

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