12 may 2015

Los cuentos de papá

Si hay algo que esta madre no tiene al final del día es imaginación para inventar maravillosas historias que hagan que sus hijos sueñen con ser grandes niños y vivan las mejores aventuras.
Este es el cometido de papá. Sí, él es el encargado de esa parte de la "hora santa", la dormida.
El se sienta en el borde de la cama de Isabel y con una imaginación que a mi me pasma, empieza historias, siempre cortas, siempre emocionantes que comienzan igual:" había una vez una niña llamada Isabel que...
Unas veces Isabel esta con su amiga Merret, otras un hada madrina le otorga poderes como volar, otra le acompaña un unicornio alado... En todas Isabel es una heroína.
Con los niños pasa lo mismo. La diferencia es que los dos, Alvaro y Jaime, son compañeros de aventuras y junto a los amigos de ambos ponen orden en el colegio, ganan partidos de fútbol, se convierten en grandes jugadores de tenis o nadan kilómetros para encontrar tiburones.
Lo mejor de las historias es que los niños las enriquecen, ellos aportan lo que les apetece y papá, que para eso es un mago, las escenifica.
Después de la súper historia viene el Jesusito y el beso, y el abrazo y cuando todo ha terminado creo que no tardan ni dos minutos en caer dormidos.
Si por razones varias alguno, generalmente Jaime, da un pelín por saco... Entonces subo yo, doy besos, abrazos y si se da bien... Me bajo a disfrutar a solas de un rato entre adultos.
Queridos hijos, os queremos con locura, pero generalmente ansío el momento de veros en la cama.

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