24 ene 2014

De vuelta

Por fin, más de diez minutos seguidos para escribir, sin la presión de los niños, el marido, el teléfono, la venta de los muebles de la casa, hacer y deshacer maletas, comidas y cenas navideñas... 
Ya estamos de vuelta. Madrid nos acogió con los brazos abiertos-como no podía ser de otro modo- y Barranquilla nos despidió entre lágrimas, risas nerviosas y abrazos, muchos abrazos.
Allí dejamos a gente tan buena... 
Mis queridos vecinos, mis amigas del alma... Es curioso como los lazos que creas fuera de casa se crean más fuertes y estrechos. Cuando salíamos de nuestra casa en las Trinitarias sentí que nos alejábamos de nuevo de nuestra familia. Lo bueno, es que es una familia que lleváremos siempre con nosotros, hasta aquí nos ha seguido, y seguimos en contacto. 
Allí  dejamos a Milena, nuestro ángel de la casa, y a Max, en muy buenas manos. Dos miembros importantísimos de la familia. 
Aquí nos encontramos con nuestros padres, hermanos, primos, amigos... Que felices de vernos y tenernos a su lado nos han ayudado a "no echar tanto de menos lo que hemos dejado".
Conseguimos vender nuestros muebles, a precio de saldo, pero los vendimos, conseguimos meter todo en las 10 maletas que venían en bodega y las 5 que venían en cabina, hasta el ordenador nos hemos traído, eso si, ahora lo tenemos que llevar al servicio técnico porque allí no llegó a tiempo la pantalla rota. Nada hubiera sido posible si nuestros amigos no nos hubieran ayudado. De hecho, sigue en venta nuestro coche, por fin reparado, con lo que nos ha costado...

La Navidad paso para todos y pasó muy bien. Con muchos planes familiares y muchas comidas y cenas exquisitas y regalos preciosos.

Los niños han entrado en su colegio nuevo. Aquí cada día es una aventura levantarse por la mañana y llevarlos. Antu, como te echo de menos! Los niños lloran desde que salen de casa hasta que desaparezco del colegio. Cada día se levantan con un dolor distinto, la cabeza, la tripa, la garganta, el corazón, porque a Alvarillo le duele el corazón. Echa mucho de menos a sus amigos, y es normal, eran cuatro, los cuatro fantásticos y... En esta clase son muchos más.

Isabel no, claro. Ella es más mayor cita y esta encantada con sus nuevas compañeras y amigas que la han acogido fenomenal. Tiene muchos deberes y esta aprendiendo a leer a marchas forzadas. Hoy tenía un examen de matemáticas, espero que este centrada, porque si se despista...  que se despiste, porque sólo lleva tres semanas. Se ha despedido con un tierno "mamá, deséame suerte", y así, con "mucha suerte" y un beso ha subido corriendo a su clase.
 
Jaime, Jaime llora, creo que por imitación a Álvaro y lo mejor, sale más feliz que una perdiz y lo más mejor, es el único que sale corriendo a mis brazos cuando me ve, a mi eso me compensa todos sus llantos y rabietas- que han ido en aumento desde que llegamos-, y claro es que al pobre lo vamos deshabitando cada año y medio y eso... Eso no hay quien lo aguante! 

Imagínate que pasas de estar libre, al sol, montando en bici, nadando en la piscina... En un verano eterno, a estar en una habitación grande, con el único divertirmento de tus juguetes, la TV y tus hermanos, que igual de aburridos que tu, se suben por la paredes! El cambio de clima también le ha dado duro y eso que yo soy de esas que les pone el abrigo, les teje una bufanda de lana chilena y los manda a jugar hasta la caída del sol. 

Pues estamos de vuelta.

 De nuevo no prometo nada, intentare escribir las anécdotas de los niños, para que os riáis, de mi, una madre imperfecta, al fin y al cabo, este blog es para ellos, para que tengan recuerdos de cuando eran pequeños y yo también los tenga, y no pueda decir el día de mañana aquello de..." Vosotros no erais así" que ya me he dado cuenta de que los abuelos de hoy se creen que nos educaron mejor, pero lo cierto es que han olvidado:
 Todo paso está Navidad, Jaime tuvo una de sus rabietas. Las miradas de "este niño es un insoportable" cruzaban la habitación de un extremo a otro. Me quede muy triste, pensando "mi hijo se me va de las manos, es un p... Dictador y ya no puedo hacer nada". Nos fuimos a dormir, sin darle más importancia y en sueños tuve un flashback, recordé como mis dos hermanos pequeños, en sus rabietas, se tiraban al suelo, se daban golpes en la cabeza contra la pared, lloraban y pataleaban.  Me levanté tranquila, contenta de haber recordado esos episodios-de pequeña una no sabe, simplemente piensa que sus hermanos tienen un mal pasajero y punto- y le comenté a mis padres, que obvio, no recordaban nada.
A los pocos días, en casa, con mis amigas del colé y sus hijos, les comenté mi hipótesis del olvido y voilá, a ellas también les paso parecido. 
Moraleja:escribo para no olvidar.

Aquí os dejo la foto del dolor de corazón de Alvarillo.


1 comentario:

  1. Me ha encantado Almu!
    Conozco perfectamente esos sentimientos que te acompañan.....
    A ver si nos vemos
    Besos mil

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