A veces
creo que estoy loca que soy un gollum-sméagol: tan pronto dulce- tan
pronto terrible.
Llega la
hora de recoger a tu hija del colegio. Todo ha ido bien en el trabajo así que sales
andando a paso ligero porque sólo tienes 15 minutos para llegar hasta el coche,
conducir tres manzanas, aparcar en tercera fila, y correr ( ahora si) hasta la
puerta de infantil antes de que cierren el colegio.
Sale tu hija, con su
pequeño uniforme, le queda ideal, y lleva en la mano un precioso dibujo que ha
hecho amorosamente en clase. Subis al coche y al sentarla en su silla se dobla
su maravilloso dibujo. (Cualquier excusa es buena para montarla a la salida del
colegio, cansada y agotada). Ya no quiere atarse, no quiere ir en su silla, ...
Aqui viene mi momento Gollum: paso de la dulzura más absoluta a estar
enfadadísima, sentarla a la fuerza con firmeza y hablarle en modo adulto. Al
final, la amenaza, donde más duele, " hoy te quedas sin sandwich de
Nocilla". En este momento, mientras conduzco , intento adelantarme a
los acontecimientos y buscar la mejor manera de llegar a casa y subir en el
ascensor sin media pataleta más. Aquí viene mi momento Sméagol: "Isabel,
cariño baja del coche que vamos a jugar con Álvaro". Parece que
funciona. Besos. No hay problemas en la costa.
Abrimos
la casa y viene corriendo Álvaro, el mediano. Besos, tequieros, carreras
por el pasillo, juegos... Un grito desgarrador en la lejanía delata a Álvaro.
Le ha roto el maldito dibujo del cole. Momento Gollum. Acabo castigando
a Álvaro, azote en el culete y de cara a
la pared. Momento Gollum ( Isabel no se consuela con nada. La ignorancia es la
mejor medicina). Se levanta Jaime, momento Sméagol, ¡Jaime, mi vida!
Besos, chuchones...
Luego
hablo con mi madre( 9) y le cuento, si no fuera por ella... Después mando un
mensaje de texto a mi amiga Mariana (6) y no me responde, lo entiendo. Por la
tarde bajo al parque y comento la jugada con Lourdes ( 4), María (3) y Bea (
1+3) y me reconfortan. A ellas también les pasa.
pd: el
número entre parentesis es el de hijos.
besos a todas
Almudena eres una madraza como todas, lo cual me reconforta. Has descrito una tarde como las mías (2).
ResponderEliminarAna, que bien no sentirse la única, ¿verdad? Gracias por tus comentarios.
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